Historias de cuidadores: ¿Cómo es un día en la vida de un profesional de Casa Violeta IPS?

El cuidado domiciliario es más que una profesión, es una vocación que requiere empatía, dedicación y compromiso. Los cuidadores de Casa Violeta IPS son profesionales apasionados por el bienestar de sus pacientes, y cada día enfrentan nuevos desafíos y satisfacciones. A continuación, te llevamos a través de un día típico en la vida de uno de nuestros cuidadores.

Inicio del día: Preparación y compromiso

Un día en la vida de un cuidador comienza temprano. Antes de llegar al domicilio del paciente, el profesional revisa su agenda, asegura que lleva consigo todo el equipo necesario y se mentaliza para brindar la mejor atención posible. En Casa Violeta IPS, los cuidadores están capacitados para adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente, lo que hace que cada jornada sea única.

Primera tarea: Evaluación y planificación personalizada

Al llegar a casa del paciente, lo primero es realizar una evaluación rápida. Esto incluye verificar signos vitales, observar el estado general del paciente y revisar el plan de cuidado establecido. Si hay algún cambio o necesidad especial, el cuidador ajusta su rutina para asegurar el bienestar del paciente.

Cuidado integral: Atención física y emocional

El día se compone de una combinación de actividades esenciales:

• Asistencia con la higiene personal: Baño, cambio de ropa y cuidado de la piel para mantener la comodidad y prevenir problemas como las úlceras por presión.

• Alimentación: Administración de comidas según las necesidades nutricionales del paciente. Esto incluye asegurar que el paciente esté bien hidratado durante el día.

• Medicación: Supervisar y administrar los medicamentos según las indicaciones del médico, asegurándose de cumplir los horarios establecidos.

• Ejercicios físicos y movilizaciones: Ayudar al paciente a realizar ejercicios simples o cambios de posición para evitar complicaciones como rigidez o trombosis.

Los cuidadores también se aseguran de que el paciente se sienta emocionalmente respaldado. Una conversación amable, escuchar sus historias o simplemente estar presente puede marcar una gran diferencia en su día.

Colaboración con la familia

Un aspecto fundamental del trabajo del cuidador es la comunicación con los familiares. Esto incluye informarles sobre el estado del paciente, compartir recomendaciones y responder a sus dudas o inquietudes. En muchos casos, los cuidadores se convierten en una extensión de la familia, generando confianza y un vínculo cercano.

Momentos desafiantes y de satisfacción

El trabajo de un cuidador no está exento de desafíos. Pueden surgir momentos difíciles, como enfrentar cambios de ánimo en el paciente o manejar situaciones de emergencia. Sin embargo, la satisfacción de ver mejoras en la salud y la felicidad del paciente hace que cada esfuerzo valga la pena.

Cierre del día: Reflexión y aprendizaje

Al finalizar el día, el cuidador revisa las actividades realizadas, toma notas detalladas y asegura que todo esté en orden para el siguiente turno. Es un momento para reflexionar sobre los logros del día y pensar en cómo mejorar continuamente el cuidado que se brinda.

Un trabajo con impacto

Ser cuidador en Casa Violeta IPS significa ser parte de la vida de alguien en un momento vulnerable y brindarles apoyo, cuidado y esperanza. Es un trabajo que va más allá de las tareas diarias; se trata de construir una conexión humana y hacer una diferencia positiva en la vida de los demás.

Si alguna vez te has preguntado qué hace especial a nuestro equipo, esta es la respuesta: son personas comprometidas que ven su labor como una misión, no solo como un trabajo. En Casa Violeta IPS, cada cuidador es un pilar fundamental para el bienestar de nuestros pacientes.